La voz ojalá proviene del árabe wa ā llâh, y significa “y quiera Dios” (según Joan Corominas),* o “si Dios quiere” (según el drae). Aunque su pronunciación varía entre [ójala] y [ója lá], siempre se escribe como palabra aguda: ojalá.
El verbo que indica lo deseado debe ir en modo subjuntivo: Ojalá salga el sol; Ojalá nos veamos de nuevo; Ojalá hubieras llegado a tiempo…
Entre ojalá y lo deseado, a veces media el relativo que: “Ojalá que fuera más larga la noche” Esta construcción es tan correcta como “Ojalá fuera más larga la noche”.
*Joan Corominas, Breve diccionario etimológico de la lengua castellana, Madrid, Gredos, 1961.