¿Cuál es el uso de la coma del vocativo?

¿Cuál es el uso de la coma del vocativo?

La coma del vocativo la usamos para indicar que nos dirigimos a alguien directamente, y la colocamos antes de su nombre propio, título o apodo.

La coma es esencial porque, de otra manera, podría entenderse que la persona aludida realiza la acción del verbo.

Por ejemplo:

  • Leopoldo, come tu crema de espárragos.
  • Come tu crema de espárragos, Leopoldo.
  • Come, Leopoldo, tu crema de espárragos.

Como puede apreciarse, si el nombre va al principio, colocamos una coma después; si va al final, colocamos una coma antes; si va en medio, colocamos una coma antes y otra después.

Sentido diferente a falta de la coma del vocativo

Si no empleamos la coma del vocativo, el sentido cambia por completo, pues se entiende que lo que antes había sido el elemento vocativo ahora realiza la acción del verbo:

  • Leopoldo come tu crema de espárragos.
  • Come tu crema de espárragos Leopoldo.
  • Come Leopoldo tu crema de espárragos.

Aquí no decimos a Leopoldo que coma su crema de espárragos, sino que informamos a alguien más que Leopoldo, sin permiso alguno, está comiendo la crema de espárragos destinada originalmente a la persona con la cual estábamos hablando (la segunda persona que denota el posesivo «tu» en «tu crema de espárragos).

Otros usos de la coma del vocativo

Como se decía, la coma del vocativo también funciona con apodos, títulos y frases o palabras equivalentes:

Apodos:

  • Oye, Poncho, esta canción de Norah Jones.
  • No estés molestando, Chato.

Títulos:

  • ¡No me diga, licenciado!
  • Qué espléndido, doctor.

Frase o palabras equivalentes:

  • ¿Me estás oyendo, inútil?
  • Este, pedazo de idiota, no es aceptable.

En varios de estos casos (no todos) el sentido cambia radicalmente sin las comas del caso. En los otros, solo se enturbia el sentido, se vuelve confuso:

Se cambia el sentido totalmente:

  • Oye Poncho esta canción de Norah Jones.
  • ¡No me diga licenciado!
  • Qué espléndido doctor.
  • Este pedazo de idiota no es aceptable.

En los otros casos el sentido gramatical es confuso:

No estés molestando Chato. (Falta la «a» personal. ¿Le están molestando a Chato, o alguien le está hablando a Chato?).

¿Me estás oyendo inútil? (Aquí, «inútil» intenta fungir como adverbio: «¿Me estás oyendo inútilmente?». También podría entenderse que tiene valor adjetivo, «como si fuera inútil»: «¿Me estás oyendo [como si yo fuera] inútil?». Ninguno de estos casos tiene sentido, y la falta de la coma del vocativo solo provoca confusión en el lector.

La coma del vocativo en resumen

Si en un escrito alguien se dirige a otra persona (institución o incluso concepto abstracto) utilizando su nombre, apodo, título o equivalente, debemos aislar este elemento en vocativo (o, simplemente, «el vocativo») mediante una o dos comas según su colocación dentro de la proposición:

  • Es importante recordar todos los detalles, maestro.
  • Maestro, es importante recordar todos los detalles.
  • Es importante recordar, maestro, todos los detalles.