La palabra esdrújula cónclave, que proviene del latín y significa ‘bajo llave’ o ‘cualquiera pieza de la casa que se puede cerrar con llave’, designa específicamente a la junta y al lugar en que se reúnen los cardenales de la Iglesia católica para elegir al papa, y se denomina así porque el sitio se cierra con llave para que nadie salga ni entre una vez que se haya iniciado el proceso. Deben alejarse de los ojos del mundo y no tener interferencia del exterior.
Aunque parezca un procedimiento sencillo, no siempre fue así. En septiembre de 1271, la Iglesia se encontraba sumida en grandes divisiones políticas, y la elección de Gregorio X se produjo después de casi tres años de deliberaciones en la ciudad de Viterbo, unos 85 kilómetros al norte de Roma. Después de dos años sin definición, los pobladores locales iniciaron una ola de disturbios. Retiraron el techo del palacio en el que los cardenales estaban reunidos, para permitir —supuestamente— que el Espíritu Santo los alcanzase, y suprimieron los suministros de comida para obligarlos a tomar una decisión.
Las condiciones fueron tan complicadas que dos cardenales murieron y un tercero tuvo que abandonar el cónclave por problemas de salud, antes de que los restantes “príncipes de la Iglesia” finalmente escogieran a Gregorio X. El nuevo pontífice decidió que ese calvario no debería volver a repetirse. Por eso, en 1274 dictaminó que en el futuro los cardenales deberían permanecer encerrados en una habitación individual, con un baño adyacente, en el palacio papal, en los diez días posteriores a la muerte de un papa.
La palabra cónclave no tiene ningún parentesco con enclave; sin embargo, algunas personas creen que esta última es palabra esdrújula y la escriben así “énclave”, incurriendo en un barbarismo. El sustantivo masculino enclave es palabra llana con la siguiente acepción: ‘Territorio incluido en otro con diferentes características políticas, administrativas, geográficas, etc.’ (DLE). Ejemplo: Desde que se acordó el alto el fuego, la cantidad de ayuda que llega al enclave ha aumentado.
El término enclave proviene de “enclavar”, verbo transitivo (con uso pronominal: “enclavarse”) que tiene, entre otras, las siguientes acepciones: “Situar una cosa en cierto sitio” y “estar situada una cosa en cierto sitio”, de acuerdo con Las malas lenguas, de Juan Domingo Argüelles, libro donde se cita el siguiente ejemplo: El pueblo se enclava en el valle más fértil de la región. Debe evitarse el desbarre debido a la tilde, y la errónea pronunciación esdrujulizada.